SE ABRIÓ PACA
Artista: David Ramírez Cotón (GT)

MAYO - AGOSTO 2024

Curaduría de la exposición “Se abrió paca” para La Galería Rebelde en Ciudad de Guatemala.

Fotografía José Oquendo.

ENGLISH: https://www.galeriarebeldegt.com/exhibitions/se-abrio-paca

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Vista de Sala “Se abrió paca”



La Galería Rebelde se complace en presentar la primera exposición individual del artista guatemalteco David Ramírez Cotón (Guatemala n. 1995) titulada “Se abrió paca”. La ropa de segunda mano o “paca” es, sin dudarlo, parte de la cultura contemporánea. Para las generaciones más jóvenes es una forma de reciclar prendas frente a la desenfrenada industria del fast fashion, de economizar en la vestimenta de grandes marcas, y una manera de trendy de seguir en la moda del vintage. Para David, su acercamiento a las pacas no es desde las tendencias; sino desde su historia personal, específicamente desde su economía familiar que ha estado vinculada a la paca de sus tíos en Mixco desde su infancia.

La “paca” es una unidad de medida para nombrar 100 libras de ropa traída de Estados Unidos. Muchas de estas prendas fueron desechadas, donadas a alguna beneficencia o son saldos que no lograron venderse en las tiendas. Cada prenda tiene una historia, un viaje. Hay algunas que tienen bordado el nombre de sus dueños, o son uniformes de un grupo con sus insignias, son vestimentas únicas modificadas a mano, o datan de hace más de 50 años. En una paca se encuentra de todo, y las economías que giran a su alrededor hablan tanto del emprendedurismo como de la situación económica y social de distintos grupos en el país que ven en las pacas el sustento para su familia y el sueño de la superación personal.



Vista de Sala. “Se abrió paca”


El artista para esta exposición recrea una paca de Mixco en la galería, con la sorpresa que cada prenda es una pintura en acrílico sobre lienzo a escala real. Hay colchas, toallas, pantalones, edredones, camisas, faldas, vestidos y blusas. Hay prendas nuevas y elegantes y otras absurdas que reflejan los tesoros únicos de estos negocios. La idea de trasladar literalmente la paca y no abstraerla al cubo blanco, la libera de ser una apropiación “gentrificada”, y es más bien un intento del artista por compartir desde su lenguaje pictórico el día a día de su familia y su comunidad.

No podemos hablar de la paca sin hablar de la economía y el consumo. El mercado de ropa en Estados Unidos tiene un valor de más de 360 mil millones de dólares y en paralelo se generan 17 millones de toneladas de desecho textil al año en el mismo país. Estas cifras nos hablan del consumismo y explican las cantidades exorbitantes de ropa de segunda mano que llegan a los países de Latinoamérica. Específicamente, según el Observatorio de Complejidad Económica (OEC), Estados Unidos exporta Mil Millones de dólares de ropa usada al año y su principal consumidor es Guatemala, comprando anualmente $193 millones de dólares. Para los guatemaltecos esta es una gran fuente de ingresos, y vemos cada vez más cómo mega negocios como las “Tiendas Megapaca” y las ventas de segunda mano clasificadas en redes sociales, incrementan el consumo a nuevos sectores de la población. Comprar en la paca ya no es mal visto, sino que se ha convertido en parte de nuestra cultura. Esto también habla de la adopción, departe de segmentos poderosos, de prácticas populares que compran ropa americana por necesidad.



Lo cierto es que comprar en la paca es una forma de encontrar piezas únicas de distintas épocas, de conseguir marcas que no vendrían al país de otra manera, de economizar en la compra de ropa y sobre todo de parar el consumo masivo de ropa nueva que conlleva una cultura de explotación de personas y recursos, y la contaminación masiva con desechos textiles que contamina cada vez más al mundo.

“Se abrió paca” es una oportunidad de conectarse desde el arte con una práctica comercial que hacemos todos sin cuestionar sus orígenes. Es una manera de hablar de realidades sociales diversas que suceden en el país. Hablamos de economías informales, de reutilización de desechos, de moda y de medios de supervivencia para cientos de familias en Guatemala. Hablamos de migración y de sueños americanos que obligan a nuestros contextos a adoptar modas americanas y vestirnos de sus “deshechos” mientras familias buscan oportunidades para sobrevivir.

Para el artista, la exposición es un “Carnaval fúnebre”, un escenario lúdico nos invita a formar comunidad a través de su realidad, al mismo tiempo que a cuestionar las implicaciones que tienen las “pacas” para los distintos escenarios del país y cómo cada uno de nosotros participa de estas economías desde la moda, la conciencia ambiente y las condiciones de vida de un país como Guatemala.

-Josseline Pinto, Curadora